Han pasado muchos años desde aquel 7 de Septiembre de 1919 en que Rudolf Steiner inauguró una escuela mixta de Educación Primaria y Secundaria, en su mayoría hijos de los obreros de la fábrica de cigarros Waldorf-Astoria, en Stuttgart, Alemania.
Rudolf Steiner, filósofo, escritor, profesor de la Universidad Libre de Berlín y conferenciante formó a los maestros de la primera escuela en la fábrica de cigarros . A partir de ese año se abrieron más escuelas en Alemania y en otros países de Europa, como Inglaterra y Francia. Sin embargo, la subida al poder del nacional-socialismo cortó de raíz este movimiento pedagógico y a partir de 1938 comenzaron a cerrarse las escuelas en Alemania ante la oposición del régimen nazi a esta pedagogía. Al terminar la guerra se reconstruyeron algunas de estas primeras escuelas y otras muchas fueron naciendo por el resto del mundo. Hoy día hay más de 3000 centros educativos de todos los niveles de enseñanza (Educación maternal, educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato) y de Educación Especial.
A España llegó la Pedagogía Waldorf en los años 70 del siglo pasado: En 1979 se inauguró en Las Rozas de Madrid la primer Escuela de Educación Infantil Waldorf que hoy tiene más de 400 alumnos, de 2 años hasta el 2º curso de Bachillerato. En España, la Asociación de Centros Educativos Waldorf reúne a más de 18 centros de Educación Infantil, 7 escuelas de Primaria y una de Secundaria y Bachillerato. También están asociados varios centros de Formación del Profesorado.
Cuáles son las características de ésta "Pedagogía"?
Un profundo conocimiento de la naturaleza del ser humano, focalizada en 3 aspectos: cabeza, corazón y manos; y con el mundo a través de tres fuerzas: - actuar; - sentir ; - y pensar son las mejores herramientas con las que cualquier ser humano puede contar para el futuro.
A nivel evolutivo, separa las edades por septenios o ciclos de 7 años, correspondiéndose la primera infancia desde el nacimiento 0 años hasta los 7 años: en esta etapa el aprendizaje viene a través del juego, los objetivos se centran en estimular los sentidos, la imaginación y en fortalecer la voluntad de cada niño, no les enseñan a leer ni a escribir se les dan las capacidades del lenguaje para que en la siguiente etapa aprendan rápidamente a leer y escribir. Lo fundamental es que perciban que aprender es una experiencia alegre, así pasan a la segunda etapa con muchas ganas de aprender; el segundo septenio, que coincidiría con la enseñanza obligatoria en España, desde los 7 años hasta los 14 años, y el tercer septenio desde los 14 años hasta los 21 años.
En la educación Waldorf, el profesorado tiene un papel activo como guía los alumnos aprenden a pensar creativamente, serán adultos con un pensamiento que les permita percibir y comprender con claridad y visualizar nuevas soluciones. Los alumnos Waldorf aprenden a relacionarse de una manera sana con sus sentimientos y los de los demás, como adultos serán sensibles y al mismo tiempo emocionalmente fuertes. Aprenden a actuar a través de una fuerza de voluntad que ha sido educada con propósito y responsabilidad, para que como adultos transformen sus ideales y metas en realidad.
La idea fundamental es que la educación debe respetar y apoyar el desarrollo fisiológico, psíquico y espiritual del niño. Para conseguir un buen desarrollo intelectual debe existir una base emocional sólida.
Desde la pedagogía Waldorf tratan de permitir que los niños tengan desafíos en la educación desde una perspectiva integral. Tan importante es el qué se aprende como el cómo se aprende y por eso otorgan especial importancia al crecimiento personal y al establecimiento de un buen grado de empatía.
Para que los niños sean felices y para que se establezca un clima de cooperación y de sentimiento de grupo formado por personas de igual valía cada “niño debe competir consigo mismo, no con sus compañeros, esa educación emocional les da seguridad y capacidad de colaboración.”
Desde la pedagogía Waldorf tratan de permitir que los niños tengan desafíos en la educación desde una perspectiva integral. Tan importante es el qué se aprende como el cómo se aprende y por eso otorgan especial importancia al crecimiento personal y al establecimiento de un buen grado de empatía.
Para que los niños sean felices y para que se establezca un clima de cooperación y de sentimiento de grupo formado por personas de igual valía cada “niño debe competir consigo mismo, no con sus compañeros, esa educación emocional les da seguridad y capacidad de colaboración.”
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En verdad, nosotros los maestros debemos aprender mas, para poder colaborar al niño, felicitaciones por el gran aporte que hacen.
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